miércoles, 5 de enero de 2011

Los negocios con China

Hoy (5 de enero) el Estado y varias empresas españolas han firmado diferentes acuerdos con el gobierno chino por valor de más de 5.000 millones de euros. Por supuesto que, en los tiempos que corren, el hecho ha sido presentado por los más diferentes opinadores y medios de comunicación como ejemplo de lo que debe ser una buena política exterior que ponga a nuestro país en la línea de los más competitivos.
Pero a mí, mucho más ingenuo y, sin lugar a dudas, menos proclive a tragarme todo ese discurso de las potencialidades de la economía española, se me plantean algunas dudas:
1. ¿Es China, hoy en día, un modelo de democracia como para hacer negocios con ella y favorecer la perpetuación de su régimen?
2. ¿Es acaso China, o su régimen, mucho mejor que el cubano, sancionado a nivel internacional con un bloqueo económico que dura ya más de cuarenta años?
3. ¿Son Venezuela o Irán tan dignos socios comerciales como China como para poder llegar a acuerdos de este mismo tipo?
4. ¿Cuánto tardarán en aparecer nuevas revelaciones tipo Wikileaks sobre presiones de la administración norteamericana en el sentido de coaccionar la libertad económica de un Estado soberano? O mejor, ¿alguién espera que Washington quizás también presione para que España y sus empresas rompan estos acuerdos?
5. ¿En qué se basa la etiqueta de legalidad internacional que se atribuye a diferentes Estados, en sus indicadores democráticos o en la cifra absoluta de posibles consumidores?
Conclusión: la lógica del sistema capitalista está muy alejada de la verdadera democracia. Lo importante es el negocio; si hay visos de que le haya, los parámetros democráticos pasan a segundo o tercer plano. Si el negocio no parece muy boyante, entonces sí, ya podemos condenar a un determinado Estado a las tinieblas del aislamiento internacional. ¡¡¡Cuánta hipocresía!!!

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Profesor de Historia en un Instituto de Cantabria.

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